sábado, 23 de febrero de 2008

BOLLERÍA





Generalmente se asocia el consumo de bollería y pastelería con el sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, no es de todo correcto asociarlo como causa directa de la misma.

La obesidad es un problema en que intervienen muchos factores y en el cual influye no sólo el contenido en grasa de la dieta sino que, además, hay que tener presente la cantidad de alimento ingerido, la actividad física desarrollada, factores sociales, culturales y genéticos, entre otros.

La ingesta de estos alimentos no debe plantear problema alguno, siempre que sea moderada. El problema está en que la dieta de la población de la mayoría de los países industrializados, ya es de por sí excesivamente calórica, con un aporte energético procedente de las grasas superior al establecido por los expertos. Igualmente, se rebasan los valores de referencia propuestos para la proporción de los ácidos grasos saturados y colesterol en la dieta diaria.

Además, esta dieta tiene un consumo de hidratos de carbono complejos inferior al recomendado. Ante esta situación, el consumo de bollería se podría considerar como poco recomendable si en cierta medida incrementa la cantidad de grasa ingerida o afecta a los niveles de colesterol en sangre.

No obstante, cabe recalcar que esto sólo es posible en caso de una dieta poco variada, donde su consumo excesivo ocasionaría un exceso calórico con un aporte casi nulo respecto a otros nutrientes.